Testimonios Instrumentos de Percusión

Experiencias de personas a las que hemos podido ayudar desde Músicos y Lesiones.

Raul Rico Batería Madrid

Desde que me puse en las manos de Tomás y leí su libro he llegado a una conclusión muy importante. Cuando estudiamos en escuelas de música, academias, conservatorios, clases particulares, etc.... Nos enseñan a tocar, a leer partituras, a entender la música, nuestro instrumento. Pero no nos enseñan a entender nuestro cuerpo, que es lo que hace que desde nosotros mismos creemos música.

Yo empecé con molestias en el antebrazo izquierdo cuando estudiaba percusión y mi falta de conocimiento me hicieron que aunque iba a fisios y osteópatas no me llegase a curar del todo nunca, provocándome muchos años con dolores que iban y venían. Ya que no daba un tiempo de descanso adecuado a mi cuerpo, y que seguía sin calentar y estirar, y me ponía a tocar casi en frio velocidades que requieren un determinado periodo de calentamiento antes, y claro… eso como a un buen deportista de elite que en frio quiere hacer un sprint y le llega a pasar factura… A mi me ocurría lo mismo tocando.
 

Hasta que indagando por internet encontré esta pagina de Tomás y en varias sesiones y siendo muy estricto en todo lo que me ha dicho he podido sanar mi lesión del brazo. Y aunque a veces es doloroso es un profesional maravilloso, que te deja pequeñas fracciones de segundos a modo de que puedas relajarte (a diferencia de otros fisios que hacen caso omiso a si les piden que paren un momento).


Así que si eres músico y amas tu instrumento y una lesión no te impide disfrutar de una de las profesiones mas bonitas que existen. De verdad…no lo dudes y contacta con Tomás y ponle fin a ese calvario.

Santy Villar Martín- estudiante de percusión en el Conservatorio Profesional de Segovia

Nunca piensas que te pueda tocar a ti, pero si no eres consciente de lo importante que es el cuerpo para nosotros los músicos y no lo tratas en consecuencia te acaba ocurriendo. Al principio fueron unos pequeños dolores en el pulgar a los que no di importancia. Después estos se acentuaron, se trasladaron a todo el brazo y el codo y no solo aparecían en la sesiones de estudio, si no en cualquier actividad de la vida cotidiana. Llegados a este punto acudí a unas cuantas sesiones de un fisioterapeuta de mi ciudad que solo conseguían paliar el dolor durante unos días. Después de varias semanas sin poder tocar (lo cual frustra a cualquier músico), decidí hablar con Tomás por recomendación de mi profesor. Le comenté mi problema, me hice con su libro y con ejercer cierta presión sobre tres puntos del brazo en apenas unos segundos ya tenía un diagnóstico. Gracias a sus sencillas explicaciones y a las del libro, de una forma muy cercana tenía claro qué me ocurría, por qué, cuál era la solución y qué es lo que tenía que hacer para que no volviera a ocurrir. Unas cinco sesiones después y pese a sufrir un poco en cada una de ellas y tener que desplazarme hasta Valladolid me hallo recuperado y muy contento y agradecido. Sin duda ha merecido la pena. Gracias Tomás.