Nicolás. Estudiante de saxofón en Musikene
David Hidalgo Chica Estudiante de saxofón en el conservatorio de Úbeda-Jaén
A partir del confinamiento las molestias fueron a más hasta llegar a un punto en el que me resultaba imposible tocar más de 10 minutos seguidos, escribir a mano, teclear en el ordenador y tampoco podía hacer ejercicio que es una de mis aficiones principales. Tanto es así que mis padres en muchas ocasiones tenían que escribirme los trabajos de clase.
Como es lógico, nos pusimos manos a la obra para intentar buscar una solución, pero nos encontrábamos en los peores momentos del confinamiento por lo que hasta junio no pudimos hacer nada. Entonces visitamos a varios profesionales de la salud que nos solicitaron distintas pruebas: neurofisiólogo (electromiograma); traumatólogo (resonancia y analítica); fisioterapeutas (ecografía). Ninguna de estas pruebas reveló ningún problema, lo cual está muy bien pero el dolor seguía ahí. Así que buscando en la red dimos con Tomás, compramos el libro y nos pareció la persona idónea para tratar de solucionar mi problema ya que los profesionales que visité hasta entonces no consiguieron ninguna mejora y nos estaban haciendo perder tiempo y dinero.
Contactamos con Tomás a primeros de junio y nos dijo que todavía no estaba trabajando debido al confinamiento y, por fin, el 29 de junio concertamos la primera cita y comencé el tratamiento que acabo de terminar el 14 de septiembre de 2020 después de 7 sesiones dobles de 2 horas de duración. Han sido unos meses duros, los viajes agotadores y como mi lesión era grave, para recuperarme, Tomás se ha tenido que emplear a fondo y, a veces, lo he pasado realmente mal. Sin embargo, ha merecido la pena ya que he vuelto a tocar y hago una vida normal, cosa que hace no mucho tiempo me parecía casi imposible. Otro de los aspectos fundamentales del tratamiento han sido las modificaciones posturales que Tomás me ha indicado tras verme tocar, la importancia del calentamiento y los estiramientos, así como la adquisición del arnés Vandoren FNH 100 de diseño ergonómico.
En cuanto al miedo a las recaídas, siempre tendré en mente una de las frases más repetidas de Tomás: “a enemigo que huye, puente de plata”, es decir, facilitar la huida o la retirada al que nos molesta u ofende (en mi caso, el dolor de la antigua lesión). Hablando de frases, y si me lo permites Tomás, mencionar las “célebres” palabras que utilizaste repetidamente para responder al arsenal de preguntas que te planteaba sobre mi lesión: comenzaba con: “a ver, esto es muy sencillo…” y solía terminar con: “…no hay más tu tía”.
Ahora en serio, estamos muy agradecidos a Tomás por curarme y por ser un profesional riguroso, con argumentos científicos, que sabía en todo momento lo que hacía, paciente ante todas las preguntas que nos preocupaban, muy agradable en el trato y abierto, una persona con la que se puede hablar de cualquier cosa.
Tomás, nunca olvidaremos lo que has hecho por nosotros y aunque espero no volver a verte por razones obvias, espero que sigas ayudando a otros músicos/as a solucionar sus problemas.
Un abrazo y muchas gracias.
Marina de la Iglesia Oliva estudiante de saxofón en el Conservatorio profesional de Salamanca
Estuve un mes sin ir al conservatorio, no pude hacer audiciones (estoy en 6º de profesional…) tenía que prepararme para pruebas en el superior y no solo eso, tampoco podía ni sujetar un vaso, estar con el ordenador o escribir en un folio. Empecé a tocar pero recaí en el dolor. Incluso con aumento de medicación y bajada de ilusión por no poder tocar un rato sin dolor y no avanzar en mi programación. Por la cual un día llegué a clase de saxofón bajo los efectos de los calmantes, fue entonces cuando mi profesor Raúl me dijo que no podía seguir así y me informó de la existencia de Tomás.
De la primera sesión salí desesperada porque me dijo todo lo que tenía mal en la zona de la espalda, cuello y el daño que el arnés que usaba me estaba haciendo; era el primer cambio que debía de realizar y además había hábitos que debía modificar en mi vida de músico.
No puedo negar que las sesiones han sido dolorosas y he llorado del dolor, pero como él me advirtió, el dolor cada vez disminuía más. La seguridad que me transmitió y sus consejos hicieron que confiara en él y la recompensa es que en cuatro semanas estoy totalmente recuperada pasando de tocar una hora (con largos parones) a tocar cuatro horas sin ninguna molestia y a realizar una audición de unos 30 minutos. Además con su manera de hablar, con sus consejos, corrigiendo posturas y respiración, han hecho que afronte mi futuro con una fuerza e ilusión diferente de la que tenía hasta ahora.
Siempre le estaré agradecida Tomás.
Rocío Sánchez Gallego estudiante de saxofón en Musikene
Cristina Villaroya Sanahuja estudiante de fagot en el conservatorio superior de Castilla y león
Pensé que reposar me haría efecto, y estuve un total de tres meses y medio sin soplar una nota. Apenas noté mejoría el último medio mes. Volviendo a tocar, fue una mera semana la que pasó hasta que volvió a aparecer el dolor. Entonces decidí probar a tratarme con el Doctor Tomás Martín. Mientras yo pensaba, tengo una tendinitis de Quervain, en diagnostico resultante fue, además de ésta última, brazo de golfista y codo de tenista. Básicamente tenía enferma la totalidad del antebrazo, desde el codo hasta la musculatura de la palma de la mano, interior y exterior. El tratamiento se estipuló en cuatro sesiones dobles. No obstante, la mejoría fue aun más veloz, de forma que el tratamiento finalizó en tres sesiones dobles. Además, yo misma he sido capaz de ver como a medida que avanzaban las sesiones he ido tocando y estudiando un número de horas mayor, siendo mi brazo ahora capaz de soportarlo. Si bien siento una gran liberación al curarme, uno de los grandes beneficios que saco tras el tratamiento es la toma de conciencia del esfuerzo físico y psicológico que supone ser músico, así como las patologías y enfermedades que pueden derivar de la mala práctica instrumental (no calentar, no estirar, malas posturas, mala alimentación, falta de sueño…). De esa forma, es ahora cuando comienzo a sentirme realmente seria y profesional en mi labor como músico, pues como ya he dicho, antes tenía una sensación de que algo no iba bien, y que por tanto no avanzaba. Es por todo ello por lo que recomiendo el tratamiento, aunque simplemente sea en vista a una buena toma de conciencia de como bien digo yo, ser músico «no es moco de pavo». Muchas gracias.
Jénnifer López Soto estudiante de oboe en el conservatorio de Salamanca
Terminé el curso de aquella manera e hice reposo durante todo el verano con las sesiones de fisio correspondientes y la cosa parecía estar mucho mejor pero cuando llegó Septiembre y volví a sacar mi oboe, mis brazos seguían igual. Buscando desesperadamente por internet alguna solución encontré a Tomás. El primer día que fui a su consulta me dijo “Tienes un completo”, fue duro darme cuenta de lo mal que estaba pero a la vez supe que allí, por fin, estaba mi solución. Él me explicó con todo detalle el problema que tenía y el tratamiento que íbamos a seguir para solucionarlo. Tomás empezó a tratarme el 19 de octubre y a finales de noviembre estaba tocando, la mejoría fue muy rápida. Pude hacer audición y concierto de Navidad con total normalidad. Ahora, después de 4 meses estoy totalmente recuperada. Puedo estudiar con normalidad y tocar sin ningún tipo de dolor ¡¡ Qué maravilla!! Además, gracias a Tomás he mejorado mucho mi postura a la hora de tocar, he aprendido a calentar, a estirar, a ser más eficiente… Todo ello con el fin de que esto no vuelva a suceder. Para todos aquellos que estéis pasando por algo parecido deciros que esto es una gran lección para darnos cuenta, como Tomás dice, que nuestro cuerpo es nuestro primer instrumento. Por ello, os recomiendo que ante la duda de poder tener algún tipo de lesión, acudid a él sin dudarlo y si puede ser desde un primer momento mucho mejor. Millones de gracias Tomás!!!
Carlos Ferrer Peralta- estudiante de flauta en el Conservatorio Superior de Aragón
La mejoría fue muy rápida y en dos meses me encontraba prácticamente curado y tocando lo que me daba la gana. Además ahora tengo mayor consciencia de lo que hago bien y mal tocando y sobretodo soy muchísimo más eficiente debido a todo lo que he aprendido. Le estoy muy agradecido y quiero dejar constancia de ello. Hay muy pocos profesionales como él que sepan tan bien lo que hacen y es un alivio para los músicos que haya una persona con su experiencia y conocimientos».
Rosa Vidal Romero- estudiante de Clarinete en el Conservatorio Superior de Castilla y León
Además, trabajamos la musculatura facial ya que también sentía sobrecarga, y ha vuelto a su forma rapidísimo. Imagino que cuando vuelva de mi año fuera de España tendré que volver para «terminar» ciertas partes que no nos dio tiempo a trabajar, como el antebrazo izquierdo y parte del derecho que no acaba de estar al 100 por 100, pero tengo la certeza de que podré cursar este año sin pensar en que quizá físicamente no lo pueda acabar, y así centrarme plenamente en el clarinete”.
Luis Soto Amil Flauta-Flautín Real Filarmonía de Galicia. Santiago de Compostela.
María José Montes Sanz- estudiante de Clarinete en el Conservatorio Superior de Asturias
Aunque el tratamiento fue duro, Tomás transmite mucha confianza, lo cual ayuda mucho en la recuperación. Me di cuenta de algunos aspectos que hasta ahora había descuidado, como son: calentar, estirar, realizar ejercicio físico, así como la alimentación y otros hábitos.Estoy muy contenta de haber finalizado el tratamiento y ahora sí podré estudiar sin dolor, que es lo más importante. Recomiendo a otros músicos prestar atención a aspectos que habitualmente ignoramos y a cualquier instrumentista que tenga cualquier molestia o lesión, acuda a la consulta del Doctor Martín, ya que sus amplios conocimientos en materia de osteopatía unidos a su profesión como músico y profesor, hacen que sus tratamientos sean muy exhaustivos y personalizados».
Isabel López Béjar Clarinete-Toledo
Roberto Sánchez Barreiro Clarinete-Galicia
Angelo Montanaro Solista de clarinete freelance (Italia)
Margarita Martínez Muñiz-Clarinete
Salvador Alberola Fagot Solista de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Laura Tárrega Ayuda de Solista de Clarinete y Solista de Requinto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Mónica Pinilla Fano Estudiante de clarinete en el Conservatorio de Castilla y León
Silvia Quevedo Sanchez. Fagotista (Cartagena)
Pasados 10 meses, me encontraba fatal, sin tocar, deprimida, y muy asustada. No solo no podía tocar, sino que no tenía fuerzas ni para lavarme el pelo, ni mucho menos para secármelo luego, no podía cocinar, no podía tender una lavadora, no podía ni escribir al ordenador…¡¡no era solo no tocar!!. Un día de casualidad encontré información del Dr. Tomás Martín a través de una red social. Leí precisamente testimonios de sus pacientes, y sin pensarlo, contacté con él. Después de unos meses de mucho dolor y fuertes sesiones, todo hay que decirlo, ¡me encontré por fin tocando mi fagot! Y con una posición corporal muy distinta y relajada a la hora de tocar, unido a hacer ejercicios de calentamiento, así como de estiramientos, siempre. He perdido un año académico, pero lo he ganado en salud.» Nunca podré agradecer realmente al Dr. Tomás Martín todo lo que ha hecho por mí. Gracias, gracias, y mil gracias.